Durante la menopausia, los cambios hormonales afectan la absorción de calcio y la densidad ósea, aumentando el riesgo de osteoporosis. Aquí entra la vitamina D: Activa la absorción de calcio en los intestinos (¡sin ella, solo aprovechas el 10-15%!). Regula el sistema inmunológico y reduce inflamación (clave para sofocos y dolores articulares). Mejora el estado de ánimo: Estudios la vinculan a menores síntomas de depresión y fatiga.

El déficit de vitamina D afecta al 40-60% de mujeres menopáusicas, según la Sociedad Española de Menopausia. Consecuencias: Pérdida acelerada de masa ósea (hasta un 20% en los primeros 5 años postmenopausia). Mayor riesgo de fracturas (cadera, muñeca o columna). Dato clave: Niveles óptimos (40-60 ng/mL) reducen fracturas en un 30%.

¿Cómo obtenerla? Combina estas estrategias: Exposición solar: 15-20 min al día (brazos/rostro, sin protector). Alimentos: Pescados grasos (salmón, sardinas), huevos (la yema) y hongos expuestos al sol. Suplementación: Muchas necesitan 2000-4000 UI/día (consulta a tu médico para ajustar dosis).

La vitamina D también ayuda a: Dormir mejor: Regula la melatonina. Controlar el peso: Mejora la sensibilidad a la insulina. Proteger el corazón: Reduce presión arterial y riesgo cardiovascular.

¿Qué puedes hacer hoy? Pide a tu médico un análisis de niveles en sangre. Introduce 2-3 porciones semanales de pescado graso. Camina al aire libre 10 min en horarios de sol seguro. 👉 ¿Ya conoces tus niveles de vitamina D? ¡Cuéntanos tu experiencia o dudas en los comentarios! Juntas aprendemos a florecer en esta etapa. 💛